Hoy se cumplen 10 años en el que Guillermo Pérez obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, la cual representó la primera presea dorada para México desde que este deporte es oficial en esa justa olímpica, y para el ex taekwondoín será un momento que quedará grabado en toda su vida.
“Tuve la dicha de representar a México en esos Juegos Olímpicos y de poner mi bandera en lo más alto. Cada que tengo la oportunidad de recordarlo es un momento muy emotivo y donde me vuelvo a emocionar, y sin duda esa fecha quedará grabada para toda mi vida. Fue un sueño hecho realidad el estar en mi mejor momento deportivo y lograr esa hazaña el 20 de agosto”, declaró Pérez.
En la primera ronda de la categoría de menos de 58 kilos, Pérez venció al británico Michael Harvey por marcador de 3-2, mientras que en la siguiente eliminó a Rohullah Nikpai por 2-1, y en la semifinal dio cuenta del tailandés Chutchawal Khawlaor por 3-1. Ya en la final se enfrentó al dominicano Gabriel Mercedes, a quien venció por superioridad luego de que el marcador culminó 1-1.
“Recuerdo que fueron combates muy complicados y difíciles, ya que esa categoría es de las más peleadas. No era favorito y empezar a avanzar ronda tras ronda fue comenzar a plasmar ese sueño. Recuerdo que mucha gente tenía como principal favorito al competidor de China Taipéi y además estaba el español Juan Antonio Ramos, pero yo estaba convencido del trabajo que realice para la justa y que mi carrera iba en ascenso. Así la gráfica se fue abriendo y me enfrenté en la final a Gabriel Mercedes, y fue la tercera ocasión que competía contra él, donde le pude ganar en una competencia muy cerrada”, indicó Pérez.
Actualmente el ex taekwondoín se encuentra en Uruapan, Michoacán, donde tiene una escuela de taekwondo, y además es entrenador.
“Tengo ya cinco años como profesor de taekwondo, y ya conseguí recientemente una medalla de oro en la Olimpiada Nacional 2018, y estamos trabajando con las nuevas generaciones donde espero ser en poco tiempo una escuela de semilleros”, explicó.
Así, Pérez dio en ese momento la undécima dorada para México en toda su historia en los Juegos Olímpicos, y terminó con una sequía de 24 años en que un mexicano varón no subía a lo más alto del podio, después del marchista Raúl González en Los Ángeles 84.